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Los cierres de tubo consisten en dos tubos de metal, uno lo suficientemente estrecho como para caber dentro del otro, con un canal cortado casi por completo en un lado del tubo más grande. Se sueldan anillos de salto cerrados o abiertos al lado sin cortar del tubo grande y al lado expuesto del tubo angosto. Cuando se bloquean juntos, los dos tubos forman un cierre, con anillos paralelos coincidentes en cada lado. Las tapas en ambos extremos evitan que los tubos se desbloqueen accidentalmente y pueden proporcionar elementos de diseño adicionales con piedras preciosas o superficies ornamentadas.
Si estás planeando hacer una pulsera o un collar de varios hilos, ¡prueba los cierres de tubo!
Sellado 925.
